Carlos Laiz
«Mi sueño es crear un sitio donde tus dudas se desvanezcan…»
Sobre mí
¿Por qué la música?
Mi relación con la música empezó con mi padre, él me enseñó a tocar mis primeras notas en una vieja melódica… ¡disfrutaba tanto de cada ratito juntos!
Lamentablemente murió cuando yo tenía 8 años, así que cuando toco, de alguna manera es otro ratito más. Justo a esa edad empecé a estudiar guitarra española.

Más que estudiar... jugar
La verdad que me aburrían un poco las lecciones de música, pero me encantaba sacar de oído (para mi era como jugar) todas las canciones que sonaban por aquellos años.
Por eso en mis cursos, el juego y la creatividad son las estrellas del espectáculo 🚀

Mis valores:
1.- Respeto tanto la música y las personas que quieren aprenderla, que me entrego a tumba abierta.
2.- Me encanta ver esas caras de “por fin lo entiendo” y me voy a la cama con una sonrisa bobalicona.
3.- Creo ciegamente en la magia que se genera cuando el que enseña y el que aprende ¡empatizan!
Y además de la música... ¡amo la calle!
Correr, andar, la bici, una parrillada, «unes botelles de sidra”, bañarse en el mar, cualquier cosa que sea al aire libre… ¡llámame que voy! Olvidar el móvil boca a bajo y disfrutar del paisaje es ley de vida para mí. Como decimos en Asturias: ¡ye lo que hay!

Making a Bass World, la historia…
En realidad, he hecho este timeline para no olvidarme de cuando pasaron las cosas (la memoria de fechas no es lo mío). No obstante, si te pica la curiosidad, ¡a cotillear!
Comienzo a impartir clases de bajo
En Musical Express – Gijón (Asturias). En la foto estoy con Pablo Ramos, uno de mis primeros alumnos. ¡Un saludo amigo!

Nace mi primer libro
¡Quién hubiera pensado que mis «apuntes» llegarían a Argentina, Reino Unido, Noruega… en total, más de 25 países!

... y llegó YouTube.
La idea era agilizar el acceso de los ejercicios a mis alumnos; sin darme cuenta… había comenzado una nueva aventura que ha ido sumando a mi canal cerca de 40.000 seguidores.

Me da por probar las clases por Skype...
Y me enamoro del sistema. La comodidad de dar clase desde la terracita de casa, ¡es muy poderosa!
